Mena no es un emelecista cualquiera. Se formó en el club y tocó el cielo con las manos. Ahora triunfa en el exterior y dentro de sus planes futuros está Emelec.
«Emelec es mi casa, mi vida, soy un aficionado del equipo desde muy chico. No me arrepiento de haber elegido ser azul. Lo único que podría pedir, es poder volver a jugar en el Capwell y cerrar una carrera digna en el equipo».
«El que más se me viene a la mente es el de Sao Paulo. Emelec siempre se ha posicionado bien y siempre ha dado buenos partidos, pero nos quedamos con ese sabor amargo de que podíamos conseguir algo más».
«Siempre repito y recalco que Emelec, más allá de la situación en la que se encuentre, es un candidato a pelear hasta instancias finales. Ha sido un inicio de año muy irregular con todo lo que ha pasado, pero al final Emelec siempre equipara las cosas».
«Llegué con ganas de retomar mi nivel, con ilusión de marcar una diferencia. Gracias a Dios es lo que se ha venido haciendo. Espero continuar de la misma forma porque uno de los objetivos principales es salir campeón».
